La concreción del número de soldados que aportará cada país europeo a la fuerza internacional de paz de la ONU del Líbano, la FINUL, deberá esperar. Al menos hasta mañana, cuando los ministros de Asuntos de Exteriores de la Unión Europea (UE) celebren una reunión extraordinaria a la que asistirá el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que luego viajará al Líbano y a Israel, y quizá a Irán y Siria, para tratar de consolidar la volátil tregua entre Israel y Hizbulá y garantizar el cumplimiento de la resolución 1701 que ordenó el cese de hostilidades.

Reunidos a nivel de embajadores durante más de cuatro horas, los Veinticinco se mostraron de acuerdo ayer en reforzar la FINUL --que, según la resolución 1701 de la ONU, deberá pasar de los actuales 2.000 miembros a los 15.000--, sin concretar la contribución exacta que hará cada Estado. De la reunión de ayer no salieron más cifras de las que ya se conocen: que Italia planea enviar entre 2.000 y 3.000 soldados y solo Finlandia anunció una aportación de entre 110 y 260 militares.

UNA "DINAMICA POLITICA" También coincidieron los Veinticinco en la necesidad "urgente" de enviar soldados, pero pasaron por alto la posibilidad de que la ONU apruebe una nueva resolución que precise las "reglas de enfrentamiento" de la FINUL, como pretende EEUU. Así pues, sin poder presentar ningún acuerdo todavía sobre la mesa, fuentes europeas destacaron que se "ha desatado una dinámica política" de la que se espera que salgan compromisos concretos en la reunión de mañana de los ministros con Annan, que desea que los europeos sean el motor de la nueva y reforzada FINUL.

Ante las dudas de los países europeos por la falta de definición clara del mandato de la fuerza, la presidencia finlandesa de la UE instó ayer "a maximizar las contribuciones". Cristina Gallach, portavoz del alto representante de la UE en política exterior, Javier Solana, recordó que este habló desde el principio "de una participación europea total de unos 4.000 hombres". Aunque se alcanzara esa cifra, el volumen de miembros de la FINUL quedará por debajo de los 15.000 cascos azules, de los que habla la resolución de la ONU.

LA CONTRIBUCION FRANCESA Francia, país llamado en principio a dirigir esa fuerza, ha limitado su contribución al envío de 200 soldados, que se añadirían a los 200 cascos azules ya desplegados en el país. Ayer, el primer ministro francés, Dominique de Villepin, manifestó la disposición de su país de "ir más lejos" cuando "se den las condiciones".

Y, a la espera de que Francia precise sus intenciones, Italia se ha declarado dispuesta a dirigir la fuerza internacional, una pretensión de la que recela España, que prevé aportar entre 700 y 800 militares, como informó ayer este diario. Ayer, el primer ministro italiano, Romano Prodi, pidió un "esfuerzo internacional" y "no solo europeo" para esa fuerza. Prodi insistió también en que el mando de la misión "no es un concurso de belleza" y que Italia se ofrece para tomarlo, "pero solo lo aceptará si se le ofrece".

Hasta Italia se desplazará hoy la ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, quien ayer ya pidió en Francia, donde se reunió con Villepin, un despliegue rápido de la FINUL, porque la situación es "explosiva", según afirmó.

Annan acudirá mañana a Bruselas con el claro propósito de "alentar a los países europeos" a que aporten fuerzas a la FINUL, según dijo el portavoz de la ONU, Stephan Dujarric. Luego viajará al Líbano e Israel, donde presionará a las autoridades de ambos países para que cumplan el cese de hostilidades.