Los europeos no son favorables a la inmigración, ni al proceso de ampliación de la UE, según revela el Eurobarómetro presentado ayer por la Comisión Europea a dos semanas de la adhesión de Bulgaria y Rumanía. El 52% de los ciudadanos de la UE consideran que los inmigrantes "no aportan mucho" a sus países, precisa el sondeo. Solo el 40% de los europeos y españoles piensan que los inmigrantes realizan una aportación positiva.

La opinión de los españoles es algo menos negativa que la de la media europea respecto a la inmigración, ya que los ciudadanos que no consideran positiva la inmigración se limitan al 43%, nueve puntos porcentuales por debajo de la media europea.

Alemania es el país más hostil, con el 63% de sus ciudadanos críticos con los inmigrantes y solo el 30% a favor. Suecia, en el otro extremo, es el país con una valoración más positiva (79%).

Paradójicamente, el menor apoyo a la inmigración se concentra en los nuevos miembros del Este, que son considerados como un foco potencial de inmigrantes por parte de los antiguos miembros de la UE. El respaldo a la inmigración alcanza el nivel más bajo en Eslovaquia, donde solo el 12% la ven positiva.

El apoyo a la ampliación de la UE también está en retroceso. El 47% de los ciudadanos de los antiguos 15 miembros de la UE están en contra, mientras que solo el 41% apoya más ampliaciones. El 51% de los españoles son favorables a la integración de nuevos países, pero el apoyo ha caído 4 puntos desde primavera.

Alemania es el país más hostil a la entrada de nuevos miembros en la UE, con el 64% de la población en contra, seguidos de Francia (58%), Austria (57%), Finlandia (52%), Bélgica (51%) y Gran Bretaña (51%). Además, el 36% de los antiguos miembros afirman que "las cosas van en la mala dirección" en la UE, frente al 29% que piensa lo contrario. En España, la opinión es la inversa (35% en la buena dirección y 24% en la mala).