Jerséis de cachemira, chocolates de Godiva, juegos de ordenador y carne de cangrejo son los suministros que más necesitan los cubanos para paliar la miseria en la que viven bajo el régimen de Fidel Castro. Esto es, al menos, lo que piensan los disidentes cubanos de Miami, que gastaron buena parte de los 76 millones de dólares (59 millones de euros) en fondos para fomentar la democracia en Cuba, donados por Washington, en artículos de lujo o entretenimiento, según una auditoría del Congreso estadounidense.

"Los cubanos nos pidieron jerséis, y los de cachemira eran una ganga por solo 30 dólares", justificó Juan Carlos Acosta, director de Acción Democrática Cubana. Acosta fue aun más lejos. "Esa gente está hambrienta y nunca encuentra chocolate", comentó al diario Miami Herald para explicar la curiosa ayuda.