Un exmilitar argelino, Abdelkader Tigha, ha acusado a las autoridades argelinas de ordenar el secuestro de los siete religiosos franceses de Tibehirine, asesinados en 1996 por los Grupos Islamistas Armados (GIA), según reveló ayer el diario francés Libération .

Actualmente detenido en Tailandia, Tigha explicó que el Servicio de Seguridad militar argelino organizó el secuestro de los monjes trapistas a través de Mulud Azzut, brazo derecho del entonces jefe de los GIA, Djamel Zituni, al que Libération presenta como "sospechoso de trabajar directamente para la Seguridad Militar argelina".

Al parecer, a los servicios argelinos les molestaba la presencia de los monjes en Tibehirine, pues eran los "únicos testigos exteriores" en esta zona de la lucha antiislamista. También pretendían una mayor implicación de Francia en la lucha antiterrorista.