Espió el Reino Unido al secretario general de la ONU, Kofi Annan? ¿Colocaron los servicios secretos británicos micrófonos en el despacho de Annan, en Naciones Unidas? El primer ministro, Tony Blair, no quiso responder ayer a las explosivas acusaciones, lanzadas por una antigua miembro de su Gobierno, que afectan a la más prestigiosa de las organizaciones mundiales.

El nuevo escándalo que salpica a Blair vuelve a tener a los servicios de inteligencia y la guerra de Irak como protagonistas. En una entrevista concedida al matinal Today de la BBC, la exministra de Cooperación Clare Short aseguró ayer que los servicios secretos británicos habían espiado las conversaciones y contactos confidenciales de Annan. "Lo sé. He visto las transcripciones de las conversaciones de Kofi Annan. Tuve conversaciones con Kofi en los días antes de la guerra en las que pensaba ´Va a haber una transcripción de esto y la gente verá lo que él y yo estamos diciendo´", declaró Short.

ACOSADO La denuncia precedió a la conferencia de prensa mensual de Blair, en la que no pudo eludir el tema. "Lo que ha dicho Claire Short es totalmente irresponsable y completamente inconsistente", afirmó Blair.

Furioso, tenso y acosado, el primer ministro no quiso ni confirmar ni negar lo dicho por Short, limitándose a declarar que los servicios de inteligencia habían actuado de acuerdo a la legalidad nacional e internacional. "No voy a comentar nada. No voy a entrar en el juego", repitió una y otra vez Blair, invocando la seguridad nacional.

Su ambigua postura sólo sirvió para aumentar las sospechas de que las alegaciones de la exministra son genuinas. Poco después de que Short hiciera su declaración, el embajador británico en la ONU conversó telefónicamente con Kofi Annan.

En la sede de la ONU en Nueva York, la noticia causó una honda preocupación. "Si una acción así ha tenido lugar queremos que cese", declaró el portavoz de la organización, Fred Eckhard. "El espionaje británico socava la conducta y el trabajo del secretario general con otros líderes. Es algo negativo para el trabajo de la ONU y es ilegal", añadió.

Las acusaciones de Short se produjeron un día después de que la Fiscalía de la Corona retirara los cargos contra una antigua traductora del Gobierno, sin explicar las razones de la decisión. Katharine Gun había sido acusada de filtrar a la prensa un correo electrónico confidencial, en el que supuestamente EEUU pedía ayuda al Reino Unido para que espiara a delegados de la ONU que no habían decidido su postura sobre la invasión de Irak. El Gobierno, según los rumores, habría preferido renunciar a un proceso en el que podrían salir a la luz documentos secretos comprometedores.