El informe señala que las instituciones europeas deben responder a las necesidades de los ciudadanos con un "buen gobierno" común, en lugar de caer en la pura propaganda. La UE debe salvaguardar el modelo de protección social europeo, fomentar la participación política ciudadana y desarrollar sus derechos políticos.

La UE, añade el informe, "debe asumir un papel mucho más decidido en la escena internacional" para defender los intereses europeos y proteger a sus ciudadanos. Y necesita una política exterior y de defensa mucho más eficaz, con una estrategia política y económica que tenga en cuenta el euro.