El fuerte terremoto de 6,5 grados de intensidad de la escala de Richter, que el lunes sacudió California y costó la vida a dos personas, ha resucitado los temores a que sea un anticipo del denominado big one , el gran seísmo que vaticinan los expertos.

La sacudida azotó una amplia franja del centro de California, desde San Francisco a Los Angeles, y dejó sin electricidad a más de 40.000 personas. Los efectos del seísmo han sido mínimos gracias a que el epicentro estuvo situado en una zona con muy baja densidad de población.

La localidad más afectada fue la de Paso Robles, a 30 kilómetros del epicentro. Dos mujeres, de 55 y 19 años respectivamente, perdieron la vida al ser aplastadas por los escombros cuando se derrumbó un edificio del siglo XIX.

EL PREAMBULO Un estudio dado a conocer a mediados de este año señaló que es muy posible que los recientes temblores sean el preámbulo de un seísmo devastador, el denominado big one .

La investigación concluyó que las posibilidades de que se produzca un gran terremoto antes del año 2032 son de un 62%, y de un 80% la posibilidad de un seísmo menor.