El fallecimiento, en la madrugada de ayer, de uno de los heridos en la explosión de una conducción de gas ocurrida el viernes en una zona industrial del oeste de Bélgica elevó a 16 el número de muertos. Otras tres personas seguían desaparecidas y de los 120 heridos, 20 estaban en estado muy grave y 8 en situación crítica.

Tras una noche de trabajos, los últimos focos del fuego quedaron controlados ayer. Los bomberos seguían intentando localizar a los desaparecidos. Sólo ocho víctimas han podido ser identificadas y el secretario comunal de Ath, Marc Duvivier, dijo que la identificación de todas las víctimas podría llevar tiempo, ya que habrá que hacer análisis de ADN.