El expresidente iraní Akbar Hachemi Rafsanyani reiteró ayer ante el Parlamento de Kuwait que su país sigue adelante con su programa nuclear pese a las advertencias de Estados Unidos de que abandone el proceso de enriquecimiento de uranio. El actual jefe del Consejo de la Determinación, máxima instancia de arbitraje político en Irán, aprovechó su gira por los países árabes para dejar claro ante uno de los principales aliados de Washington las intenciones de sus Gobierno. No obstante, la inflamada retórica de la que Teherán hace gala diariamente se suavizó un poco. Rafsanyani expresó su convencimiento de que EEUU no atacará Irán.

"Las informaciones sobre los planes americanos para atacar Irán no son correctas. Estamos seguros de que no lo harán, porque las consecuencias podrían ser demasiado peligrosas", afirmó ayer Rafsanyani.

LOGRAR ALIADOS El expresidente se mostró convencido de que los países árabes "del golfo Pérsico no apoyarían a EEUU si decidiese atacar Irán". Probablemente, el objetivo de esta gira del dirigente iraní por países árabes --el domingo visitó Damasco y ayer, El Cairo-- es el de concitar entre sus vecinos apoyo sobre esta cuestión. The Washington Post informó hace unos días de que la Casa Blanca planea el uso de la fuerza militar si Teherán persiste en su plan nuclear.

En el marco de una cumbre del G8, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU --EEUU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido-- más Alemania, se reúnen hoy en Moscú para abordar el programa nuclear iraní. Rusia tenía previsto insistir en la búsqueda de una solución diplomática a la crisis. "Partimos de la base de que el problema debe ser resuelto a través de la diplomacia", indicó el portavoz del ministerio, Andrei Krivtsov. "Esta opinión es invariable y será reafirmada en las próximas conversaciones", dijo, refiriéndose a hoy.