Marruecos ha puesto en marcha un singular procedimiento para pasar página a las violaciones de los derechos humanos cometidas en el reinado de Hassan II. El martes, seis antiguos presos políticos contaron los abusos de que fueron objeto en una audiencia pública retransmitida por radio y televisión. El milagro, inimaginable en Marruecos hace pocos años e impensable en casi todo el mundo árabe, ha sido posible gracias a la Instancia Equidad y Reconciliación (IER), un organismo creado en enero por Mohamed VI.

Las audiencias --en las que hablarán 200 personas-- son uno de los elementos con los que la IER quiere dar carpetazo a los llamados años de plomo . El objetivo es que, al poder hablar en público de su sufrimiento, las víctimas se sientan reparadas y se conformen con las indemnizaciones propuestas por el régimen. La primera de esas sesiones se celebró en Rabat, donde los expresos detallaron su sufrimiento ante un consejero del rey, los presidentes de ambas cámaras del Parlamento, políticos, miembros de ONG y periodistas.

VIDA ROTA Bara el Ghali no preparó su declaración. La brutalidad que este saharaui sufrió durante 25 años destruyó su vida y exterminó a su familia. Su relato comenzó el 12 de enero de 1976, en plena represión contra cualquier sospechoso de simpatizar con el Frente Polisario. "Ni uno solo de mi familia escapó a la detención. Detuvieron a 22, de los que 7 murieron durante esos 25 años de prisión". Ghali recuerda que entre sus familiares muertos hubo "un bebé de 46 días que nació y murió en la cárcel". Ghali fue liberado el 30 de junio de 1991. "Descubrí que la realidad era aún más dura que la cárcel. Lo había perdido todo y estaba obligado a vivir de la caridad". La monarquía impuso las reglas de las audiencias. Está prohibido citar nombres de los torturadores y no se puede aplaudir.

Chari Lahú, detenido en 1973 por pertenecer al sindicato de la enseñanza, recordaba que le trasladaron a una fortaleza donde la malnutrición, el frío y el calor extremos destruyeron sus organismos. Lahú dijo: "Ni la memoria ni la historia olvidan".