El Ministerio de Asuntos Exteriores ha confirmado esta tarde el fallecimiento de los dos montañeros españoles que estaban desaparecidos en Perú después de haber sufrido un accidente cuando ascendían el nevado de Chacraraju, en la Cordillera Blanca de los Andes, al norte de Lima. Los cuerpos de los alpinistas fueron localizados por el dispositivo de rescate que salió a su búsqueda cuando se tuvo aviso de la desaparición, han informado a Efe fuentes de Exteriores.

Este departamento no ha facilitado la identidad de los dos montañeros ni su procedencia en España, aunque autoridades locales los han identificado como Daniel C., de 27 años, y Alejandro B., de 26. El cónsul de España en Lima, que se había desplazado a la zona, ha contactado con los familiares para comunicarles la noticia una vez certificada su muerte. Exteriores no dispone aún de información precisa sobre las circunstancias del suceso, aunque hay testimonios que apuntan a que pudo deberse a una avalancha de nieve.

La Cordillera Blanca, situada en el centro de Perú, es uno de los lugares más frecuentados por los alpinistas al ser donde se encuentran las principales cimas del país andino, que superan los 6.000 metros de altitud. Edson Ramírez, de la Asociación de Guías de Montaña de Perú de la cercana ciudad de Huaraz, explicó a Efe que la intención de los dos montañeros, que tenían un "muy alto nivel", era abrir una nueva vía en el difícil nevado Chacraraju, después de haber coronado por la otra pared, más accesible.

Esta asociación ha recabado los testimonios de al menos cuatro montañeros que dijeron haberlos visto muertos, si bien las versiones difieren, pues dos peruanos aseguraron que los españoles estaban colgando de los arneses en la pared y dos eslovenos dijeron haberlos visto en el fondo de un abismo. El aviso sobre su desaparición llegó el pasado martes, cuando se perdió su rastro, y fue dos días después cuando llegaron los testimonios de los otros montañeros, lo que hizo que la asociación, en colaboración con la policía peruana, enviase hoy a un grupo de rescate para tratar de localizar a los españoles.

Los primeros datos apuntan a que los dos montañeros llevaban varias semanas en la zona y en este momento no formaban parte de ninguna expedición. Ambos decidieron quedarse en la zona después de haber ascendido varias montañas junto a otros compañeros españoles que regresaron a casa antes.