El nuevo Parlamento Europeo se caracterizará por una destacada presencia de diputados euroescépticos y extremistas. El avance del Partido Conservador británico y los buenos resultados esperados por parte de los partidos populistas, soberanistas y nacionalistas del Este, provocará un significativo incremento del conjunto de fuerzas euroescépticas. El auge de partidos extremistas puede conducir a la creación, por primera vez, de un nuevo grupo político de extrema derecha.