Uno de los principales compañeros de revolución de Fidel y el primero de los disidentes de su régimen, Gustavo Arcos, de su misma edad, 79 años, murió ayer en un hospital de La Habana, en el que ingresó por neumonía y una infección urinaria. Defensor de los derechos humanos, Arcos comparaba el poder de los hermanos Castro con el de los antiguos reyes europeos: "Como Luis XIV, pueden afirmar: El Estado soy yo". T. C.