La tragedia del submarino nuclear ruso Kursk se revivió ayer en China. El mismo secretismo y la misma desinformación rodean las circunstancias en que se produjo --ya hace unos días, aunque no se conoció hasta ayer-- el accidente de un submarino convencional en aguas chinas, en la costa este del país. Murieron los 70 tripulantes que iban a bordo, según informó la agencia oficial de noticias china Xinhua.

El submarino, del Tipo 035 (de la clase Ming) identificado como el número 361, participaba en unas maniobras al este de las islas de Neichangshan cuando sufrió "problemas mecánicos" no especificados. Tras el accidente, la nave fue remolcada hacia un puerto no identificado, según Xinhua, aunque pudo tratarse de algún lugar de la provincia de Fujian, región situada frente a las costas de Taiwán.

MUCHOS INTERROGANTES

La agencia de noticias no precisó ni la naturaleza de los problemas técnicos que sufrió el submarino ni las causas de accidente. Tampoco precisó cuando tuvo lugar. Sí que se aclaró que no hubo supervivientes.

El mensaje de condolencias dirigido por el expresidente chino y actual jefe de la poderosa Comisión Militar Central (CMC), Jiang Zemin, a las familias de los oficiales y marinos muertos llevaba fecha de ayer. "Murieron en el cumplimiento de su deber, se sacrificaron por su país y son una gran pérdida para la Armada", subrayaba la nota enviada por el exjefe del Estado.

La Comisión Militar Central reconoció que el accidente es uno de lo peores desastres sufridos por la Marina desde la fundación de la República Popular, en 1949, por Mao Zedong.

Según se deduce de los ambiguos comunicados, el accidente pudo haberse producido esta semana o a finales de abril. Al parecer, el Gobierno chino ha ocultado la tragedia para no añadir un mayor descontento y frustración a la población del país, que sufre desde hace meses la mortal epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS).

Es habitual que el régimen comunista de Pekín informe tarde y con cuentagotas de las malas noticias. Así ocurrió recientemente con la epidemia de neumonía asiática y es también muy probable que no se sepa con exactitud qué pasó con el submarino accidentado hasta dentro de unas semanas, si es que se llega a saber algún día. El sumergible es uno de los seis de su clase que tiene la Armada china.

En el caso de accidentes militares, éstos raramente han sido dados a conocer por los medios estatales. A mediados de los 80, la explosión de un destructor que navegaba frente a las costas de Taiwán causó más de un centenar de muertos.