Cinco civiles murieron por la explosión de un coche bomba en el norte de la ciudad de Nayaf, informó ayer la cadena de televisión Al Yazira.

Al parecer, el coche bomba estaba preparado para hacer explosión al paso de una patrulla militar estadounidense, pero algo falló y estalló unos momentos después, alcanzando a varios coches donde viajaban civiles.

La ciudad de Nayaf, la más sagrada para los chiíes de Irak y del mundo entero, fue el martes escenario de otro atentado con coche bomba con 52 muertos.

Como consecuencia de ello, un ciudadano sudanés fue detenido en las cercanías de Nayaf al resultar herido cuando accionaba el coche bomba, informaron fuentes policiales citadas por la radio local.

El sudanés tenía como objetivo probable un convoy militar estadounidense que pasa a diario por Jan al Nos, una localidad entre Nayaf y Kerbala, a 140 kilómetros de Bagdad.

Por alguna razón que se desconoce, el hombre activó por control remoto el coche bomba al paso de un vehículo de civiles, dejando a tres personas muertas y cuatro más heridas. También él mismo resultó herido y ha sido detenido.

Su detención confirma la tesis del Ejecutivo provisional de que hay ciudadanos extranjeros que se infiltran en Irak para luchar contra las instituciones que obedecen al gobierno interino.

Por otra parte, la televisión iraquí informó de que un número indeterminado de guardias nacionales quedaron heridos cuando una bomba estalló junto al autobús que los transportaba en las cercanías de Mosul. Al cierre de esta edición se ignoraba el estado de los heridos.

Además, un clérigo chií fue asesinado y su guardaespaldas herido cuando varios hombres armados le tendieron una emboscada mientras se dirigía en su coche desde algún lugar del sur de Irak hacia Bagdad, informaron fuentes policiales.

El asesinato del clérigo tuvo lugar en el parque Salman, unos 35 kilómetros al sur de Bagdad. El viernes otro clérigo, pero en este caso suní, llamado Muwafaq al Duri, resultó muerto cuando tropas estadounidenses irrumpieron en su casa, según denunciaron a Efe fuentes de la Comisión de Ulemas suníes, de la que era miembro.

Por otra parte, una activista pro derechos humanos, Wijdan al Juzai, apareció el viernes muerta, cuatro días después de que un grupo de pistoleros la secuestrase en su casa en Bagdad, informaron fuentes policiales.

LA VISITA DE RUMSFELD Todos estos atentados se producían un día después de que el secretario de Estado norteamericano, Donald Rumsfeld, realizase una visita sorpresa a Irak en un intento de levantar el ánimo a las tropas depués de la ola de críticas desatada tras el atentado del martes en la base de Marez.

El jefe del Pentágono comenzó precisamente su recorrido en la base donde se produjo el atentado, que costó la vida a 18 estadounidenses (entre ellos 14 soldados), y en el hospital militar donde están ingresados muchos de los militares que resultaron heridos en la explosión. Los más graves, sin embargo, ya habían sido evacuados a otra base militar en Alemania.

"El objetivo de esta visita es agradecer a los soldados su esfuerzo y desearles una feliz Navidad", declaró Rumsfeld a los pocos periodistas que le acompañaban en el avión.