La BBC sigue en crisis y sus trabajadores, en pie de guerra. Las recientes dimisiones en la cadena pública, como consecuencia del informe Hutton, provocaron ayer una combativa reacción de protesta entre los empleados de la Corporación.

En una página publicitaria del Daily Telegraph, el personal de la BBC criticó la dimisión forzosa del director general, Greg Dyke, el pasado jueves y defendió la futura independencia de la institución. "Nos sentimos consternados por la marcha de Greg, pero estamos decididos a mantener sus logros, su visión y la independencia de una organización que sirve al público por encima de todo", decía el comunicado, suscrito según el diario por 10.000 firmas, entre las que había nombres de conocidos presentadores y reporteros.

LA VERSION DE GILLIGAN La dirección provisional de la BBC desea zanjar la disputa, pero Andrew Gilligan, el periodista que presentó su dimisión el pasado viernes, promete reavivar la polémica, contando, quizá hoy mismo, su versión de lo ocurrido. Grez Dyke, el directivo destituido, también dará una respuesta al juez Hutton en los próximos días.

A las puertas de Downing Street, 200 manifestantes quemaron ayer un ejemplar del informe de Hutton.