Un fallo en la turbina derecha del avión Boeing-737 que cumplía el vuelo 821 de Aeroflot Moscú-Perm fue, según datos preliminares, la causa del accidente que costó la vida a sus 88 ocupantes, declaró hoy el jefe del Comité de Investigaciones de la Fiscalía General de Rusia, Alexandr Bastrikin.

"De acuerdo con datos preliminares, un desperfecto del motor derecho provocó su incendio y, como consecuencia, la explosión y la destrucción de la nave", dijo Bastrikin, citado por la agencia Interfax, en la ciudad de Perm, donde dirige las investigaciones de la catástrofe aérea.

Sin embargo, el jefe del Comité de Investigaciones recalcó que las conclusiones definitivas sobre las causas de la tragedia aérea se harán una vez que todos los fragmentos del avión siniestrados sean sometidos a varios peritajes. "La investigación será compleja y llevará dos o tres meses, quizá cinco o seis", adelantó.

Bastrikin añadió que los expertos no descartan ninguna línea de investigación, incluida la de un ataque terrorista, pero recalcó que "la principal es la de un desperfecto técnico".

El avión se estrelló la víspera cuando de disponía a aterrizar en en Perm y sus restos quedaron diseminados en un radio de cuatro kilómetros.

El aparato, en servicio desde 1992, cayó sobre la vía del tren, inutilizando un tramo de 500 metros de la línea férrea conocida como Transiberiano, lo que obligó a suspender durante varias horas el tráfico en el tramo entre Yekaterimburgo y Perm.

"El avión parecía un cometa en llamas", señaló uno de los vecinos de la zona que presenciaron el accidente, en declaraciones al canal de televisión "Vesti".