Los familiares de 30 de los 81 presos que murieron en el incendio del 8 de diciembre ocurrido en la cárcel de San Miguel, situada a pocos kilómetros del centro de la capital chilena, presentaron hoy una querella en contra de quienes resulten responsables de la tragedia. Los parientes de los reclusos fallecidos esperan que con esta acción legal el Ministerio Público investigue los hechos que originaron el siniestro y se castigue con la pena máxima a los culpables. Según el abogado de los querellantes, Jaime Gatica, "esta querella apunta a los grados superiores de Gendarmería, quienes tienen el deber de ser eficientes". También agregó que "queremos que se investiguen todos los mandos, su responsabilidad. Estas cosas no cambian porque siempre paga el de abajo", enfatizó el defensor. En tanto, Alejandro Peña, fiscal regional de la zona sur, todavía espera los informes periciales y policiales antes de llevar a llevar a cabo la reconstrucción del siniestro, con el propósito de esclarecer los hechos y señalar a los responsables de la desgracia. En los primeros días de enero se espera concretar esta diligencia, donde también se pretende contar con las declaraciones de los testigos y supervivientes de la tragedia, y de esta manera obtener datos de lo que pasó en las horas previas al inicio del incendio, puntualizaron las fuentes judiciales.