El disidente cubano Guillermo Fariñas, que cumple hoy 60 días en huelga de hambre, calificó de "gran farsa" los comicios locales que se celebrarán este domingo en la isla, y dijo que votará contra "la dinastía de los Castro" si le hacen llegar una papeleta electoral. "No existe la libre postulación. Tiene que ser a mano alzada en tu vecindario (en referencia a la forma de designar candidatos), y nadie quiere quedar marcado ante el régimen de terror", dijo Fariñas a Efe en conversación telefónica desde la sala de cuidados intensivos donde permanece hospitalizado en la ciudad de Santa Clara, en el centro del país.

El disidente recordó que el reglamento de las elecciones cubanas establece que la papeleta de voto debe hacerse llegar a las personas enfermas que estén en estado lúcido, y dijo estar a la expectativa de qué decisión tomará la seguridad del Estado en su caso. "Si me traen la boleta lo que voy a hacer es poner: abajo la dinastía de los hermanos (Fidel y Raúl) Castro, mi firma y mi número de carné de identidad", señaló Fariñas, que fue ingresado a mediados de marzo tras sufrir dos colapsos por su ayuno.

"Si no se atreven a traerme eso, pues seré uno de los más que no fueron a votar", añadió. En los comicios de mañana, unos 8,4 millones de cubanos mayores de 16 años están convocados a votar por más de 15.000 delegados (concejales) de las 169 asambleas municipales de la isla, en un proceso que se realiza cada dos años. Sobre su salud, Fariñas indicó que al cumplir dos meses de ayuno se siente "un poco decaído, con dolor de cabeza y en las articulaciones", pero insistió en que mantendrá la "huelga hasta las últimas consecuencias".

"Creo que con lo que está pasando no podemos hacer otra cosa que continuar en nuestra huelga", dijo, al destacar que "sin realizar un acto violento" ha logrado crear "un perjuicio al Gobierno". "En estos 60 días ha ocurrido un fenómeno que realmente no lo esperábamos, y es que la opinión publica internacional de manera mayoritaria se ha virado a escrutar y evaluar lo que está ocurriendo con los derechos humanos y dentro de las prisiones en Cuba", subrayó.

El psicólogo y periodista de 48 años empezó la huelga de hambre en su casa el pasado 24 de febrero, después de la muerte del opositor preso Orlando Zapata tras un ayuno de 85 días, para demandar al presidente cubano, general Raúl Castro, la excarcelación de 26 opositores enfermos. Fariñas señaló que la reacción internacional ha incluido a los "grupos políticos de izquierda", lo que en su opinión es "el mayor dolor del Gobierno cubano". "Creo que esto es también una victoria de toda la oposición cubana, del exilio cubano", apuntó.