Fidel Castro aseguró ayer que su salud ha mejorado "considerablemente", pero, aunque eso invita al optimismo, "sugirió" a los cubanos que estén "siempre listos para enfrentar cualquier noticia adversa". "Me siento muy feliz", dijo Castro. Y eligió el día de su 80º cumpleaños para mostrarse por primera vez después que una crisis intestinal que lo obligó a delegar "temporalmente" el poder en su hermano Raúl, y a poner en marcha los mecanismos de sucesión que estaban contemplados de antemano.

Sin embargo, por ahora no volverá a ejercer sus funciones de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, presidente del Consejo de Estado y del Partido Comunista (PCC), ni a tutelar las principales políticas de la isla. Según sus palabras, publicadas en el diario Juventud Rebelde , decir que "el periodo de recuperación durará poco" y que "no existe ya riesgo alguno" sería "absolutamente incorrecto".

VIA DIGITAL A casi dos semanas de que se lo tragara el silencio, Castro reapareció en formato digital. Juventud Rebelde divulgó cuatro fotografías en las que posa vestido con un chándal Adidas con los colores de la bandera cubana. Las imágenes trataban de hablar por sí solas. En dos de ellas, Castro mantiene una conversación telefónica, como si estuviera activo. Hay otra en la cual exhibe la portada del diario oficial Granma, que titula a grandes letras "Absuelto por la historia". En la última, tiene apoyado su puño derecho sobre su barba y esboza una leve sonrisa.

En su breve carta, Castro expresa su "infinita gratitud" al pueblo por "su cariñoso apoyo" y pide "eterna gloria" para sus "compañeros de lucha" por "resistir y vencer al imperio", demostrando que "un mundo mejor es posible". Como de pasada, el octogenario líder sostiene que "el país marcha y seguirá marchando perfectamente bien".

A su vez, el comandante le envió otro mensaje a los cinco cubanos que fueron detenidos en 1998 en los Estados Unidos y luego condenados por espionaje a penas que oscilan entre 15 años de prisión y dos cadenas perpetuas. "René, Antonio, Gerardo, Fernando, Ramón: ¡Venceremos la monstruosa injusticia!", dice el texto, de su puño y letra.

PRECEDENTE En agosto del 2005, el Tribunal de Apelaciones de Atlanta pidió que se celebrara otro juicio contra los cubanos porque el precedente no había sido imparcial. Sin embargo, el miércoles ese fallo fue revocado, provocando la ira de La Habana.

La isla amaneció ayer en estado de movilización. Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), habían convocado a los cubanos a masivas jornadas de "trabajo voluntario" para festejar el cumpleaños.

Mientras recogían escombros y basura de las calles, muchas personas se enteraron de las novedades de Juventud Rebelde . "Este hombre tiene una enorme fortaleza", decían unos. "Sí, una ganas tremendas de vivir", acotaban otros, con aires de resignación. "Ganas de seguir mandando", terciaban algunos, con ironía. "Seguro que esas fotos son anteriores a la operación", decían también los escépticos.

Las imágenes de Fidel parecían tener el propósito de sembrar la tranquilidad en una población que hace dos semanas se alimenta de rumores y conjeturas, análisis sobre las líneas internas del PCC y predicciones sobre lo que pueda suceder "el día después". Esas fotos se conocen incluso antes de que fuera visto en público el "sucesor" y ministro de las Fuerzas Armadas. Así como la salud de Fidel devino un celoso "secreto de Estado", nada se supo en estos días de lo que hizo o dejó de hacer el hermano menor. Hasta ayer, que reapareció para ir a buscar al aeropuerto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Raúl mantuvo su estilo de siempre: parco y de muy bajo perfil mediático. Como si hubiera querido dar la sensación de que todo --incluso la sucesión-- se viene realizando con "normalidad".

Para responder a la pregunta sobre su paradero, Raúl eligió la imagen sin sonido. La televisión oficial lo mostró en el aeropuerto José Martí, fundiéndose en un abrazo con el presidente venezolano Hugo Chávez, quien lanzó su campaña por la reelección presidencial con un acto de peregrinaje a La Habana. El noticiero estatal dijo que el ministro de Defensa se personó en el aeropuerto "para darle la bienvenida al querido hermano de lucha". Con su viaje, agregó la locutora, Chávez tuvo un "inolvidable y extraordinario gesto".

El venezolano y Raúl han tenido un muy escaso contacto personal. El primero es considerado por algunos el "heredero político" de Fidel en la región. Su hermano, el que "temporalmente" ocupa las funciones ejecutivas en la isla. El abrazo de ambos no podía dejar de tener ciertas aristas simbólicas.