Los problemas no hacen más que acumularse en la mesa del fiscal general de EEUU, Alberto Gonzales. El diario The Washington Post publicó ayer que Gonzales había sido informado ampliamente de los abusos y violaciones procesales que el FBI cometió en el marco de la Patriot Act, en vigor desde los atentados del 11-S. Sin embargo, en el proceso legislativo de renovar los amplios poderes concedidos al Gobierno en el marco de esta controvertida ley, Gonzales declaró ante el Congreso en el 2005 que la agencia federal no había cometido abusos.

"No hay ni un solo caso verificado de abusos contra las libertades civiles", dijo Gonzales al Senado el 27 de abril del 2005. Seis días antes, el FBI envió al fiscal general un informe según el que sus agentes habían obtenido información personal a la que, legalmente, no tenían derecho.