El fiscal de Roma Giovanni Ferrara ha ordenado abrir una investigación sobre el uso de aviones del Estado a disposición del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, después de que varios medios revelaran que algunos de los invitados a las fiestas que Berlusconi organizó en los últimos meses en Cerdeña llegaron en aviones militares. El diario L´Unità publicó ayer una foto en primera página del cantante Mariano Apicella --un habitual en la finca de Berlusconi-- descendiendo de uno de los aviones del Estado en Cerdeña.

La investigación del fiscal Ferrara ha sido motivada por una demanda presentada por Codacons, una de las más influyentes asociaciones de consumidores de Italia, que pretende constituirse en acusación particular con el argumento de que los aviones oficiales son pagados por los contribuyentes. El Parlamento, el Consejo de Estado y el Tribunal de Cuentas han recibido también ruegos y preguntas en relación con este asunto.

Paralelamente, la Fiscalía de Roma enviará mañana a los magistrados de Tempo Pausania, en Cerdeña, las más de 400 fotos robadas de dichas fiestas --algunas con chicas supuestamente menores de edad-- en Villa Certosa, una de las mansiones del primer ministro en la isla. Las fotos del profesional Antonello Zappadu, conseguidas desde el exterior de la villa, fueron secuestradas este fin de semana a petición de los abogados de Berlusconi, que acusan al fotógrafo de violación de la intimidad y de intento de estafa, por haberlas ofrecido a dos semanarios al precio de 1,5 millones de euros.

POPULARIDAD "Realmente, hemos tocado fondo", afirmó Berlusconi desde Bari, donde participaba en un acto de campaña para las elecciones europeas del domingo. Algunos de los asistentes le abuchearon al grito de bufón y un hombre se echó encima de su cortejo oficial de vehículos. El primer ministro subrayó que en los últimos meses había alcanzado una popularidad del 75,1% y que ahora se sitúa en el 73%, aunque ha amenazado con elecciones generales anticipadas si en las europeas su partido sufre un bajón notable.

Mientras, la prensa internacional, principalmente la anglosajona, arremete duramente contra el mandatario italiano. "No son solo los electores italianos quienes se preguntan qué está sucediendo, sino también los estupefactos aliados de Italia", escribió ayer The Times , propiedad de Rupert Murdoch, adversario de Berlusconi en el control de las televisiones. Sin embargo, el mandatario italiano criticó globalmente a la prensa extranjera por estar "en conexión directa con la izquierda" y "escribir cosas inspiradas e insufladas por la izquierda". La posición del primer ministro se refleja en el diario Il Giornale , propiedad de la familia Berlusconi, con artículos incendiarios contra los corresponsales extranjeros en Italia.