Los muertos ya ascendían el miércoles a 260, los desaparecidos oscilaban entre 30 y 50 y los bomberos tenían previsto excavar hasta el domingo en busca tanto de cadáveres como de personas vivas, aunque en el último caso las posibilidades eran cada vez más escasas. Mientras tanto, la fiscalía local ha emprendido las primeras diligencias para depurar eventuales responsabilidades en la destrucción de los edificios afectados por el terremoto del lunes en el centro de Italia.

La fiscalía de L´Aquila ha empezado a recopilar documentos de Protección Civil para estudiar si hay base para una denuncia contra los responsables de los 15.000 edificios que han caído como bolos. Hasta hace unos cinco años, la región afectada estaba clasificada como "zona sísmica de segunda categoría", pero después de realizar el mapa nacional de riesgos catastróficos, pasó a "primera categoría".

Desde entonces se han construido muchas de las viviendas que se han hundido o agrietado de forma irreversible, por lo que la magistratura está recopilando la documentación sobre licencias de obras y exámenes periciales de las mismas. "Cuando tengamos un cuadro claro, podremos valorar si se trata de un delito de desastre culposo. Se trata de un delito complejo y difícil de probar", comenta Felice Casson, exmagistrado y actual senador progresista.

HOSPITAL Y RESIDENCIA Pero la atención de los investigadores está fijada principalmente en el hospital de L´Aquila y en la Residencia Universitaria: el primero tuvo que ser inmediatamente evacuado y la segunda fue la tumba de varias decenas de estudiantes italianos y extranjeros. Ambos entraron en funcionamiento en los últimos años y debían haber sido construidos con criterios antisísmicos.

Una comisión investigadora del Parlamento de Roma ya denunció en el año 2000 que el hospital, comenzado en 1972 e inaugurado en 1999, costó 100 millones de euros, es decir nueve veces más que la cuantía presupuestada.

En los 26 pueblos y aldeas cercanos, afectados por el terremoto, las casas nuevas habían sido construidas con la nueva normativa y otras más viejas fueron adaptadas. Son pocas y las únicas que han resistido. El plazo de adaptación termina en el 2010.

Las simulaciones realizadas en Italia sobre un supuesto terremoto de magnitud 7 (el del lunes fue de 5,8) han revelado que en el centro de la península se producirían 5.000 muertos, frente a 50 en Japón. La diferencia es debida a los criterios antisísmicos usados por los nipones, cuyas construcciones disponen de distintos tipos de muelles en los fundamentos y entre los distintos pisos de los edificios.

FUNERALES El Viernes Santo, en un descampado de L´Aquila, ya que todas las iglesias están en ruinas, se celebrarán unos solemnes funerales de Estado por las víctimas del seísmo. El papa Benedicto XVI, que ayer manifestó su apoyo a todas las poblaciones afectadas, ha anunciado una visita al lugar, aunque será después de Pascua, para no entorpecer las labores de socorro.

En cuanto a la reconstrucción de la zona, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció ayer que cada una de las 100 provincias de Italia deberá hacerse cargo de una pequeña porción del territorio porque, a través de ellas, se canalizarán todas las ayudas y proyectos.

PATRIMONIO HISTORICO En su rueda de prensa diaria desde L´Aquila, Berlusconi aseguró que las propuestas de países extranjeros ofreciendo apoyo serán transformadas en una especie de apadrinamiento de cada uno de los monumentos y edificios artísticos damnificados. Más de mil especialistas trabajan en un censo sobre el estado de cada uno de los edificios, y en el país se debate sobre si se deben restaurar, o por el contrario construir de nuevo, los edificios y calles de los 26 núcleos urbanos afectados. Los urbanistas prefieren la reconstrucción, porque "es necesario conservar la memoria de la comunidad", mientras que los técnicos se inclinan por empezar desde cero.