Los resultados negativos en los referendos de Francia y Holanda sobre la Constitución Europea hundieron el núcleo duro de Europa, según afirmó ayer Joschka Fischer, exministro de Exteriores alemán, que participó ayer en Barcelona en un seminario. "El proyecto europeo resultó deslegitimado por los ciudadanos", aseguró, aunque añadió que el origen hay que buscarlo en la caída del muro de Berlín, en la desaparición del mundo creado tras la segunda guerra mundial: "¿Qué Europa queremos? En aquel momento, no se planteó".

Javier Solana, secretario general del Consejo de la UE, dijo que franceses y holandeses "no votaron el texto, sino el contexto". Explicó que se ha creado un círculo vicioso: "No podemos funcionar con la estructura que tenemos hoy, pero tampoco estamos dispuestos a cambiarla".