El candidato socialdemócrata, Heinz Fischer, ganó ayer las elecciones presidenciales en Austria al conseguir el 52,41% de los votos, frente al 47,59% logrado por su única rival, la ministra de Exteriores y candidata conservadora, Benita Ferrero-Waldner. El presidente socialdemócrata, Alfred Gusenbauer, afirmó: "Los austriacos han elegido al mejor". El alcalde de Viena, Michael Häupl, destacó que "los conservadores han perdido la mayoría en el país y habrá consecuencias políticas".

Fischer, de 65 años, ha sido presidente del Parlamento 12 años (1990-2002) y, desde hace otros 25, es el vicepresidente de los socialdemócratas. Ferrero-Waldner pagó el descontento popular por los recortes sociales del Gobierno conservador y por la incapacidad de las autoridades para lograr una regulación europea del tránsito de los camiones que cruzan a diario Austria.