La clase política y la cúpula militar de Alemania reaccionaron con indignación, conmoción y preocupación ante las fotos publicadas ayer por el sensacionalista Bild Zeitung en las que se ve a soldados alemanes destacados en Afganistán jugando con un cráneo humano. El periódico incluye la imagen de un soldado con el pene al aire cerca del agujero de la boca de la calavera. Todos los medios hablan del peor escándalo en toda la historia de las Fuerzas Armadas alemanas.

"Vamos a investigar los hechos en profundidad y a castigar de forma inequívoca, dura y rápida a los responsables de este comportamiento imperdonable, que daña la reputación del Ejército alemán y de nuestro país", dijo la cancillera alemana, Angela Merkel, quien exigió "medidas enérgicas". El ministro de Defensa, Franz-Josef Jung, y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Alemania, Wolfgang Schneiderhan, anunciaron la apertura de una investigación. Al parecer, la confesión de uno de los implicados ha permitido identificar a todos los soldados involucrados en el escándalo.

PREOCUPACION "Estas fotos ponen en contra nuestra a todo el mundo árabe e islámico", señaló Bernard Gertz, presidente del sindicato de soldados alemanes. Una de las principales preocupaciones de Berlín es que las fotos sirvan de combustible a los islamistas radicales, y que el episodio dé lugar a una nueva crisis como las que generaron las palabras del Papa, las caricaturas de Mahoma y el maltrato del Corán en Guantánamo o las torturas en la cárcel iraquí de Abú Graib. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, señaló que el comportamiento de los soldados alemanes es "inaceptable", pero subrayó que este pequeño grupo "no representa al Ejército alemán, cuya labor en Afganistán es impecable".

Paralelamente a la investigación militar, la Fiscalía de Potsdam --donde está la sede del comando responsable de los soldados desplegados en Afganistán-- abrió su propio sumario por el presunto delito de perturbación de la paz de los muertos. Los jueces tomaron declaración a dos soldados que confesaron el delito. Parece que los hechos tuvieron lugar en la primavera del 2003 en Kabul, durante una patrulla de soldados miembros de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) bajo mando de la OTAN. El cráneo se hallaba en una fosa común.

JUEGOS MACABROS En las fotos, cinco en total, aparecen seis soldados divirtiéndose con el cráneo. En una se ve a un soldado sonriente que enseña los restos humanos a la cámara y en otra aparece un tanque adornado con la calavera. En la tercera foto se aprecia a un soldado que engancha la parte trasera del cráneo al jeep de servicio, en la cuarta dos soldados enseñan orgullosos la calavera y en la quinta un soldado simula una felación con los restos mortales.

El ministro Jung aseguró que se investigarán "los hechos hasta el final", y agregó que "en el Ejército no hay lugar para comportamientos semejantes". El responsable del Parlamento para las Fuerzas Armadas, Reinhold Robbe, afirmó que es deber "investigar y castigar duramente a los culpables".