De forma inesperada, la frontera entre Israel y el Líbano vivió ayer un duro enfrentamiento entre la milicia libanesa Hizbulá y el Ejército israelí que se saldó con la muerte de un francés observador de la ONU, un soldado israelí y un miliciano del Partido de Dios. Otro observador sueco de la ONU resultó herido leve.

El enfrentamiento empezó sobre las doce del mediodía cuando Hizbulá atacó con una bomba un jeep israelí en la zona fronteriza de las granjas de Shebaa, matando a un teniente e hiriendo a varios soldados. Israel respondió con un ataque con artillería y bombardeos aéreos contra varios objetivos en la frontera libanesa.

Según el canal de televisión de Hizbulá, Al Manar, el observador francés de la misión de la ONU murió por los disparos de artillería israelí, punto que el Ejército hebreo no confirmó. Lo que sí hizo un portavoz gubernamental israelí es acusar a Siria de este brote de violencia y anunciar que su país presentará una queja en la ONU contra el Líbano. El Ejército movilizó también efectivos en la frontera.

Fuentes libanesas informaron de que los objetivos que bombardeó el Ejército israelí en su territorio no eran bases de milicianos, sino varias casas cerca de las granjas de Shebaa y una escuela en la aldea de Kafarkela.