La reforma del Consejo de Seguridad de la ONU dominó ayer, nuevamente, los debates de la Asamblea General. Francia manifestó ayer su apoyo a la reforma que proponen Brasil, Alemania, Japón y la India, países que aspiran a convertirse en miembros permanentes de este consejo. Por su parte, China reclamó prudencia porque la reforma "necesita una mayor discusión" e Italia mostró su desacuerdo, porque la ampliación la dejaría fuera del club de los grandes.