Aunque sea con carácter experimental y voluntario, habrá pruebas de ADN para los inmigrantes candidatos al reagrupamiento familiar en Francia. La Asamblea Nacional aprobó ayer por 91 votos a 45 la polémica enmienda a la ley de control de la inmigración. La Unión por un Movimiento Popular (UMP) y el Nuevo Centro apoyaron el texto, pese a las división interna, y la izquierda se opuso.

El trámite de la ley en la Cámara baja del Parlamento ha servido para endurecer el texto enviado por el Gobierno en varios puntos. La enmienda sobre los tests de ADN, presentada por Thierry Mariani (UMP), ha sido suavizada a iniciativa del Ministerio de la Inmigración. Las pruebas genéticas se instauran de forma provisional hasta final del 2010 y con carácter voluntario del inmigrante cuando haya serias dudas sobre su filiación, aunque las oenegés temen que si el candidato al reagrupamiento familiar se resiste se le niegue el visado de más de tres meses. El coste del test irá a cargo del emigrante, pero se le reembolsará si logra el visado. Los socialistas recurrirán el texto al Consejo Constitucional.