Seis semanas después de la entrada en vigor de la controvertida ley que prohíbe el uso de signos religiosos ostensibles en la escuela pública, el instituto Jean Macé de la localidad de Mulhouse, en el este de Francia, expulsó ayer definitivamente a las dos primeras adolescentes musulmanas que se negaban a quitarse el velo islámico en el aula. Otros dos centros escolares de esta ciudad tienen previsto reunir hoy a sus organismos disciplinarios para aplicar la legislación a varias alumnas.

Agotados el periodo de diálogo contemplado en la ley y la posibilidad de un compromiso aceptado por otras alumnas --que han optado por el uso de pelucas-- la "ley no deja otra salida que la expulsión definitiva", explicó un portavoz del rectorado de Estrasburgo. En las próximas semanas, se espera la exclusión de 12 alumnas en la región alsaciana.

POSTURAS RADICALES El Ministerio de Educación informó la semana pasada de que sólo quedaban 72 casos, en su mayoría de jóvenes musulmanas que se negaban a quitarse el velo islámico en clase, aunque esperaba poder convencerlas. Los responsables de los centros escolares consideran que se trata de alumnas que defienden posturas radicales y que una vez agotadas las dos semanas de dialogo previstas por la ley, no se podrá hacer otra cosa que aplicar la legislación.

El secuestro de los dos rehenes franceses en Irak, cuyos captores habían reclamado la abolición de la ley, explica el retraso en aplicar las sanciones. Pero en Francia la opinión pública está de acuerdo en que no se podía dejar "pudrir la situación", explicó ayer un sindicalista francés, y que había que actuar.

Por otro lado, el tribunal administrativo de Cergy debe pronunciarse sobre la demanda de tres alumnos sijs del instituto Louise-Michel de Bobigny excluidos de las clases por negarse a retirar el tradicional turbante. En el sur, los sacerdotes con sotana que acudían a los institutos a dar clase de religión también son rechazados.