El plan francés para reforzar el régimen de inspecciones de desarme de Irak está ya en manos de los miembros del Consejo de Seguridad y lleva por título: Irak, non papier (Irak: el no documento). Así las cosas, se trata de una suerte de documento fantasma, de cinco páginas, que propone que se "doblen o se tripliquen el número de inspectores" sobre el terreno, hasta llegar a entre 240 y 360. Además, el texto lanza la idea de establecer un "cuerpo de seguridad para proteger las sedes de los inspectores de la ONU, que podría utilizarse para vigilar las instalaciones ya controladas".

Aunque los responsables franceses niegan que la pretensión de este texto sea convertirse en la base de una "segunda resolución" de la ONU, el hecho es que el plan de París, al que tuvo acceso este diario, es muy completo y detallado. El objetivo es el de "forzar a Irak a cooperar por la vía pacífica de las inspecciones intrusivas". Con este fin, se propone "ampliar la cobertura geográfica multiplicando la presencia de los inspectores", así como el número y la frecuencia de las inspecciones.

Actualmente hay en Irak 110 inspectores de la ONU y nueve de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). Sólo la mitad de las instalaciones han sido controladas. Francia propone elevar el número de inspectores a una cifra que oscilaría entre los 240 y los 360.

MISIONES MAS INQUISITIVAS

Por otro lado, se sugiere que se completen los equipos de expertos con analistas, aduaneros y documentadores, para contribuir a "una mejor comprensión de los programas iraquís de armamento". En suma, el plan pretende fijar "misiones más inquisitivas". La propuesta incluye la creación de equipos de aduanas para controlar los bienes que entran o salen de territorio iraquí.