El Kremlin demostró ayer una vez más que no cederá a la presión de Occidente en el desenlace de su conflicto armado con Georgia por el control de las repúblicas separatistas de Osetia del Sur y Abjasia. Coincidiendo con una retirada incipiente del territorio georgiano, Rusia bloqueó un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que le pareció poco vinculante para Tiflis y presentó otro, que era el plan de paz promovido por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en nombre de la UE, que fue suscrito por Moscú y Tiflis. Además, Rusia advirtió de que unos 300 militares se quedarán en territorio georgiano después de la "retirada completa" de las tropas.

A pesar del repliegue de los soldados, Rusia bloqueó el borrador de resolución del Consejo de Seguridad porque implicaba, según Moscú, que Osetia del Sur debería reintegrarse en Georgia. Mientras que el borrador francés incluía, entre otros puntos, el respeto a las fronteras de Georgia reconocidas por la comunidad internacional, que incluyen a Osetia del Sur y Abjasia.

La negativa del Kremlin a apoyar la resolución de la ONU radica en el hecho de que el Consejo de la Federación (Cámara alta) ruso inició ayer los trámites para reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur.