Unas 45 toneladas de suministros donados por los estadounidenses para ayudar a las víctimas del 11-S fueron robadas por la empresa que estaba encargada de su distribución, Kieger Enterprises (KEI). Pero el FBI y la Agencia de Manejo de Emergencias decidieron no procesar a los responsables de la compañía al descubrir que un agente del FBI había robado un globo de cristal en la zona cero , según documentos oficiales. El FBI llegó a descubrir que 16 funcionarios del Gobierno, incluyendo al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se habían llevado objetos de los restos de los atentados. Este fraude palidece ante los 1.400 millones de dólares de fondos para paliar los daños de los huracanes Katrina y Rita , que se emplearon de forma ilegal.