No lo mencionó abiertamente. Pero el fundador de la página web WikiLeaks, autora de la filtración de decenas de miles de documentos secretos sobre la guerra de Afganistán, insinuó ayer la idea de un complot contra él urdido desde el Pentágono para desacreditarte, un día después de que la fiscalía sueca emitiera una orden de arresto por presunta violación que tuvo que retirar a las pocas horas. El sitio en internet se prepara para una nueva tanda de filtraciones que podría ser incluso más dañina para las tropas extranjeras en el país asiático --con Estados Unidos a la cabeza-- que la primera.

"No sé quien se esconde detrás de estas acusaciones. Pero habíamos sido advertidos de que, por ejemplo, el Pentágono haría de las suyas para destruirnos", explicó Julian Assange en una entrevista al tabloide sueco Aftonbladet . "De hecho, se nos advirtió contra posibles trampas sexuales", subrayó Assange, sin querer ir más allá. "Sé por experiencia que los enemigos de WikiLeaks continuarán manipulando las cosas pese a que han sido desmentidas", dijo, antes de admitir haber sido acusado "de todo", pero jamás de algo tan grave. La orden de arresto luego revocada, que ha colocado en una delicada posición a las autoridades judiciales suecas y, por ende, al ministro de Justicia, Beatroce Ask, se originó cuando el viernes por la tarde, dos mujeres explicaron a la policía sueca haber sido atacadas por Assange, la primera violada y la segunda agredida. Sin embargo, unas horas más tarde, la fiscalía sueca revocó dicha orden por considerar que Assange, en realidad, "no era sospechoso de violación".

OLA DE CRITICAS La fiscalía intentó salir al paso de la ola de críticas que le han caído asegurando haber respetado los procedimientos "normales". "El viernes por la noche, recibí una llamada de la policía describiéndome lo que las mujeres habían dicho; la información que recibí era tan convincente que formulé mi decisión", explicó la fiscal de guardia, Maria Häljebo Kjellstrand, que emitió la orden de búsqueda. Su superiora, la fiscal-jefe Eva Finné, acabó por contradecirla y revocar la decisión, después, según ella, de haber recibido informaciones "más numerosas". "Una decisión que implique medidas urgentes, como la detención del sábado, debe ser siempre revaluada en el curso de una investigación preliminar", concluyó la fiscalía.

Durante la entrevista con el diario sueco, Assange se negó a dar detalles sobre su relación con las dos mujeres que iniciaron el asunto. "Lo que yo puedo decir es que nunca he tenido relación sexual con ninguna persona que no sea conforme a la voluntad de los dos", puntualizó, antes de preguntarse: "¿Por qué se volvieron ellas contra la policía? ¿Quién se oculta detrás?".

HASTA QUE PASE EL VENDAVAL Assange ha optado por refugiarse en casa de un amigo en el norte de Suecia hasta que pase el vendaval y admitió que no había tenido ocasión de dar oficialmente a las autoridades su versión de los hechos.