El primer ministro británico, Gordon Brown, ha anunciado hoy que el G20 será "más duro de lo esperado" sobre el encaje de las primas a la banca en su comunicado final, que se espera para esta noche en Pittsburg. Brown ha pronosticado "consenso" y un "tono firme sobre las renumeraciones". "No habrá retorno" a las prácticas anteriores, ha prometido.

Los países del G20 han decidido desbancar al G8 como el árbitro que dirija la economía internacional, lo que les dotará de más poder para impulsar las reformas financieras necesarias para afrontar la crisis. Esto supone que no solo los países más ricos y Rusia trazarán las directrices, sino que se suman China, Brasil e India, entre otros países emergentes.

En un comunicado, la Casa Blanca explica que esta decisión se debe a los "cambios espectaculares que se están produciendo en la economía mundial, y que no siempre se reflejan en la arquitectura global para la cooperación económica".

MÁS CAPITALIZACIÓN PARA LA BANCA

Entre otros puntos incluidos en el borrador de declaración, figura la necesidad de exigir una mayor capitalización de la banca, vincular los salarios de los directivos de los bancos a objetivos a largo plazo, y poner en marcha medidas que permitan desarrollar un crecimiento sostenible y equilibrado.

En paralelo, el G20 ha decidido reforzar otras instituciones financieras internacionales, y entre ellas el Consejo de Estabilidad Financiera, que en abril ya se decidió que incluyera a todos los países del G20, lo que ahora ocurrirá también con el Foro Mundial de Transparencia e Intercambio de Información, que es un órgano vinculado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Economico (OCDE) que trabaja para la transparencia y cooperación en materia fiscal.

El Consejo de Estabilidad Financiera, por su parte, se convertirá en la herramienta central del G20 para impulsar reformas del sistema financiero mundial.