La segunda noche romana del líder libio, Muamar Gadafi, terminó ayer con una cena junto a Silvio Berlusconi, 800 invitados y la exhibición de carabineros a caballo y jinetes libios montando 30 puros sangre bereberes, traídos en avión especialmente para la fiesta.

La noche anterior se había acabado con un paseo por la plaza Navona y la compra a unos moros de bisutería por 300 euros. En la tarde del primer día, 487 chicas de buen ver fueron alquiladas --cobraron entre 100 y 150 euros por la molestia-- para asistir a la segunda lección sobre el Corán, impartida por Gadafi. La primera tuvo lugar en 2009, durante el primer aniversario del tratado de amistad entre Trípoli y Roma, gestado durante decenios y firmado por Il Cavaliere.