Aunque no desea instaurar una República Islámica, el PJD pretende reforzar el papel del Estado como regulador de una moral pública acorde con el islam. De hecho, insisten en que el desarrollo turístico no debe hacerse a expensas de la moral islámica y han protestado contra los festivales musicales de verano, que aseguran pervierten a los jóvenes. Pretenden que el orden jurídico sea acorde con la sharia (ley islámica).