El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, admitió ayer en Múnich (Alemania) que la célula islamista desmantelada en enero en Barcelona estaba vinculada a la red del Baitulá Mehsud, uno de los principales cabecillas de las áreas tribales de Pakistán, acusado del asesinato de la exprimera ministra paquistaní, Benazir Bhutto. "La célula de Barcelona parece tener vínculos con la red dirigida por Baitulá Mehsud, comandante extremista con base en Pakistán y vinculado a los talibanes y a Al Qaeda, y que nosotros creemos responsable del asesinato de Benazir Bhutto", afirmó Gates en la Conferencia de Seguridad anual de Múnich.

Gates apeló desde allí a los aliados europeos de EEUU a que adquieran un mayor compromiso en la guerra de Afganistán y advirtió de que está en juego la credibilidad de la OTAN. "La amenaza del extremismo islamista es real y no va a desaparecer", dijo.

FRACTURA El secretario de Defensa, que tras participar en la conferencia de Múnich emprendió una visita sorpresa a Irak, advirtió de que la OTAN corre el riesgo de una fractura "entre quienes están dispuestos a luchar y quienes no lo están". Y advirtió de que un fracaso en Afganistán alentaría el extremismo islamista y amenazaría a la seguridad europea.