El presidente de EEUU, George Bush, hizo ayer en Bruselas un llamamiento para abrir una "nueva era de unidad transatlántica" con una "Europa fuerte" para poder afrontar los desafíos del siglo XXI. "Nuestra sólida amistad es esencial para la paz y la seguridad del mundo. Ningún debate temporal, ningún desacuerdo pasajero de nuestros gobiernos, ningún poder en el mundo podrá dividirnos nunca", afirmó Bush en un aplaudido discurso ante autoridades belgas, intelectuales, diplomáticos y altos funcionarios europeos.

Bush centró el primer acto político de su gira europea en intentar superar las heridas abiertas por la guerra de Irak, en enfatizar la importancia de la UE y en presentar la visión estadounidense para estabilizar y democratizar Oriente Próximo.

"Hoy, EEUU y Europa afrontan un momento de responsabilidad y oportunidad. Juntos podemos, una vez más, conducir la historia en una dirección esperanzadora. A medida que desaparecen los debates del pasado y las grandes tareas aparecen claras, podemos abrir una nueva era de unidad transatlántica", señaló Bush.

El líder norteamericano, que intentó dividir a la UE durante la guerra de Irak, expresó su respaldo a una "Europa fuerte" y unida porque, señaló, EEUU "necesita aliados fuertes para la ardua tarea de hacer avanzar la libertad en el mundo".

TAREA MAS URGENTE "Nuestra mejor oportunidad y nuestro objetivo inmediato es la paz en Oriente Próximo", indicó Bush. "El futuro de nuestros países y de Oriente Próximo están estrechamente ligados". Atendiendo las insistentes recomendaciones europeas, Bush respaldó los esfuerzos del nuevo presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abú Mazen, y advirtió a Israel contra su política de asentamientos y de apropiación de tierras palestinas en Cisjordania. "Un Estado con territorios disgregados no funcionará", advirtió. "Estamos decididos a ver dos estados democráticos, Israel y Palestina, viviendo uno al lado del otro en paz y seguridad", afirmó.

"Una Palestina libre y pacífica puede generar un impulso de reforma a través de todo Oriente Próximo. A largo plazo, no podemos vivir en paz y seguridad si Oriente Próximo continúa produciendo ideologías de muerte y terroristas", destacó Bush, para desgranar acto seguido una serie de recomendaciones a los países de la zona. El líder estadounidense instó a Siria a retirar sus tropas del Líbano y a dejar de dar apoyo a grupos terroristas. También pidió a Arabia Saudí y a Egipto más democracia.

Respecto a Irak, pidió a los países europeos que den "ayuda tangible" en materia política, económica y de seguridad para consolidar la democracia.

Bush respaldó los esfuerzos diplomáticos europeos para reorientar el programa nuclear iraní hacia fines civiles y exigió al régimen de Teherán que no desarrolle armas nucleares. Aunque indicó que ninguna opción puede quedar descartada, aseguró que la presión sobre Irán está "en las primeras fases de la diplomacia" y que "Irán es diferente de Irak", pero que el resultado de ese enfoque diplomático dependerá de Teherán.

Tras apoyar la reforma política emprendida por Ucrania, Bush pidió a Rusia que "renueve su compromiso con la democracia y con el Estado de derecho", aunque reconoció que esa reforma no será de un día para otro.

El presidente también hizo referencia a la ayuda al desarrollo, la liberalización del comercio mundial e, incluso, a la necesidad de combatir el cambio climático, aunque no a través de los acuerdos de Kyoto, sino mediante el desarrollo de tecnologías limpias que reduzcan la emisión de gases contaminantes.

Durante su larga intervención, Bush citó a diferentes dirigentes y países europeos, incluidos sus principales opositores en la guerra de Irak --Francia y Alemania--, pero evitó mencionar a España o al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ni siquiera al referirse a los esfuerzos europeos para estabilizar Afganistán. Javier Solana, responsable de la política exterior de la UE, fue el único español nombrado por Bush para destacar su éxito a la hora de lograr una salida pacífica a la crisis de Ucrania.

RELACIONES Para reforzar la nueva era de relaciones transatlánticas y superar las viejas rencillas, Bush cenó anoche con Jacques Chirac, el presidente francés, en el primer encuentro bilateral clave que mantendrá en su gira europea. El mandatario verá hoy al resto de líderes de la OTAN. Por la tarde participará en la cumbre EEUU-UE y, posteriormente, tendrá cena de trabajo con la cúpula europea.