Toda esta provocación fue pensada por Rusia para sembrar el pánico y para cambiar el rumbo político del país". En un tono más beligerante de lo acostumbrado, el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, se apresuró ayer a denunciar la violación del espacio aéreo georgiano por al menos un bombardero ruso Sujoi- 24 y el posterior lanzamiento de un misil teleguiado contra su territorio. Aunque incidentes similares se han venido repitiendo con cierta regularidad desde finales de los 90, en esta ocasión sucede poco antes de que abandone el país el último contingente de soldados que Moscú mantenía desplegados en el país desde tiempos soviéticos, retirada que debe acabar en el 2008.

En opinión de Saakashvili, el bombardeo del lunes constituye una maniobra de intimidación destinada a frenar el giro prooccidental de la política exterior del país caucásico y a debilitar "la estabilidad política del país".

Pero el comunicado emitido por Rusia lo niega: "Desmentimos categóricamente toda implicación en esos acontecimientos", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Según la versión de las autoridades georgianas, al menos un bombardero ruso Sujoi-24 cruzó el lunes la frontera y penetró en el espacio aéreo georgiano varias decenas de kilómetros, antes de regresar a Rusia en sentido inverso. Durante el vuelo, disparó un misil teleguiado que cayó en un descampado en las proximidades de la población de Tsitelubani, a unos 60 kilómetros al oeste de la capital georgiana, Tiflis, y no lejos de la frontera administrativa de Osetia del Sur, región que, gracias al apoyo de Moscú, goza de una suerte de independencia de facto .

El bombardeo no produjo víctimas mortales ni heridos. Dinar Kaziyev, vecino de Tsitelubani, relató a France Presse: "Dos aviones volaban a una altitud elevada, y uno de ellos descendió y soltó algo". El presidente prorruso de la región separatista de Osetia del Sur, Eduard Kokoity, acusó a Tiflis del incidente. "Es una provocación de la parte georgiana para desacreditar a Rusia", afirmó a Interfax.

DOS ATAQUES EN EL 2007 Cierto es que no se trata de la primera presunta violación del espacio aéreo georgiano por aparatos rusos. Sin ir más lejos, en marzo, Tiflis denunció que seis helicópteros artillados rusos habían atacado el desfiladero de Kodori.

En agosto del 2002, hubo un muerto y tres heridos como consecuencia de otro presunto bombardeo de las fuerzas aéreas rusas. Pero ahora, algunos analistas interpretan la acción como un toque de atención del Kremlin ante el giro proocidental que está adquiriendo la política exterior de Tiflis.