EDAD 61 AÑOS

NACIO EN MOSENBERG

FORMACION LICENCIADO EN DERECHO

CARRERA POLITICA PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE LA BAJA SAJONIA (1990-1998). CANCILLER DESDE OCTUBRE DE 1998. PRESIDE EL SPD

El canciller alemán, Gerhard Schröder, llegará hoy a Madrid para analizar con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, la agenda de la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Antes, el canciller se reunirá con la oposición de la CDU y la CSU, en una nueva ronda para establecer una gran coalición en Alemania. Ayer, un día antes de estas dos importantes citas, el canciller concedió a este diario la primera entrevista exclusiva que da a un medio extranjero tras las elecciones alemanas.

--Zapatero apostó por su reelección y dijo que su decisión correspondía con el deseo de los socialistas españoles para fortalecer Europa. ¿Le ayudó?--Muchos socialdemócratas de toda Europa me ayudaron a mí y al Partido Socialdemócrata (SPD), pero la ayuda de Zapatero fue especialmente importante para mí. Europa une democracia con productividad económica y la solidaridad social, y ésa es una política que Zapatero y yo representamos. Esa unidad es lo que llevó a los alemanes a comprender que una Europa social y la protección de nuestro modelo de sociedad sólo se puede lograr cuando los socialdemócratas son fuertes.

--Usted mantiene buenas relaciones con Zapatero. ¿Cree que la relación entre España y Alemania cambiaría con otro Gobierno?--Las relaciones bilaterales son extraordinariamente buenas. Coincidimos en los pilares de la política europea e internacional y tengo una relación muy buena con él. Lo considero como uno de mis más estrechos socios y he aprendido a valorarlo como amigo. Pero estoy convencido de que cualquier Gobierno alemán concederá especial atención a las relaciones con España. Es indispensable para hacer avanzar a Europa.

--Tras el último cambio de Gobierno, España retiró sus tropas de Irak. ¿En qué medida fue importante para Alemania hallar un aliado en este tema?--Yo manifesté de forma clara, antes de la guerra, mis dudas en relación con esa acción militar, pero esa discusión ya es pasado. Ahora lo importante es reconstruir Irak y ayudar a establecer instituciones democráticas. Esto es algo en lo que están de acuerdo España y Alemania. Sólo con una nueva Constitución, que sea aceptada por todos los grupos, se podrá estabilizar el país de forma permanente. Por eso es necesario apoyar el referendo del día 15. Quiero resaltar que Alemania no enviará soldados a Irak. Desde noviembre Alemania instruye policías fuera de Irak, en los Emiratos Arabes Unidos, y con mucho éxito.

--España ha conocido las consecuencias del terrorismo internacional. ¿Qué relación ve entre éste y la guerra de Irak?--El terrorismo internacional es un desafío para toda la comunidad de naciones. Los horribles atentados de Nueva York, Madrid y Londres, pero también los de Yerba, Sharm el Sheij o Bali, nos han mostrado que nadie se puede excluir de este peligro. Sólo una amplia acción conjunta de Europa y la comunidad internacional nos liberará de ese flagelo.

--Usted se ha manifestado a favor de fortalecer socialmente Europa. ¿Qué papel juegan los socialdemócratas en la cumbre social de finales de mes?--El SPD está a favor no sólo de una Europa económicamente sólida, también queremos una Europa socialmente fuerte, y ambas cosas son indivisibles para nosotros. Europa fue siempre algo más que una alianza económica. Nosotros queremos una Europa del ciudadano, y en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno plantearemos la necesidad de unir la competencia mundializada con la necesidad de cuidar lo social. Además, será importante no dividir de forma artificial los asuntos urgentes del futuro de la UE, como el modelo social, la Constitución y las finanzas.

--Hay una discusión sobre la ampliación de Europa. ¿Cómo debe seguir ese proceso?--La UE acaba de iniciar las negociaciones con Turquía y Croacia. Con ello mantenemos nuestra palabra, apoyamos las reformas en esos dos países y queremos demostrar, especialmente en el caso turco, que los valores del islam y los de la UE no deben ser contradictorios. Una gran dinámica económica y mayor seguridad y estabilidad para Europa, así como el fortalecimiento de los valores europeos, han predominado en el proceso de ingreso y así lo será en el futuro. La frontera para nuevos ingresos en la UE está allí donde la capacidad de asimilación termina. No podemos sobrecargar a nuestros ciudadanos ni a nuestros futuros socios.

--Usted ha llevado adelante reformas muy bien recibidas en el extranjero. ¿No está desengañado de que en su país ese esfuerzo no se entendiera?--Estoy convencido de la necesidad de las reformas que hemos aplicado. Sólo con una modernización estructural podemos hacer frente a los desafíos de la mundialización y el envejecimiento. Estas reformas necesitan tiempo para mostrar su efectividad, y por eso veo positivo que la mayoría de ciudadanos reconozca su necesidad.

--¿Y qué se debe hacer aún para imponer el plan de reformas?--Si queremos construir una Alemania segura, no podemos desacelerar las reformas, ya que el mundo cambia de forma continuada y el desarrollo democrático no da ni un respiro. Se trata de impulsar las reformas de forma consecuente. Primero propongo reformar el sistema impositivo de las empresas para favorecer la innovación y la investigación. Vamos a poner el acento en el campo de la educación para sentar las bases de la capacidad de la sociedad futura.

--La consulta de Dresde puso fin al proceso electoral. ¿Qué pasará con la exigencia del SPD de encabezar el Gobierno?--El SPD dejó claro que deseaba una confrontación de contenidos con los de la CDU y la CSU. Los alemanes votaron a favor del SPD para apoyar las reformas con sentido social que puse en marcha. El SPD está a favor de reformas justas y estoy seguro de que las impondremos en las negociaciones.