Más que por su ventaja en las primarias, las crecientes posibilidades de que Kerry llegue a la Casa Blanca quedan patentes por los gestos de pánico de su actual inquilino. Bush ha pedido ser entrevistado en televisión para justificar su desastrosa guerra en Irak, ha salido a hacer campaña y ha difundido un delirante informe que aduce que la recesión empezó antes de su llegada al poder. Todo para ocultar que tiene el peor historial de destrucción de empleo desde Hoover y que ha acumulado un déficit monstruoso que deja chicos los de Reagan. Al final, le perderá la economía, igual que a su padre.

*Periodista.