El gobernador de la región de Diwaniya (Al Qadisiya), en la que están desplegadas las tropas españolas, Hazim Katram al Salamis, reprimió ayer a tiros la rebelión popular organizada contra su mandato por imanes de mezquitas y partidos políticos iraquís, que exigen su renuncia. Al menos nueve personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.

La escolta del gobernador abrió fuego contra la muchedumbre agolpada ante la sede de la Gobernación, en el centro de Diwaniya. Los dirigentes de la manifestación no reconocen la autoridad de Al Salamis porque "fue impuesta por los norteamericanos".

"No ha sido elegido por el pueblo. Llegó aquí después de la guerra y nos fue impuesto. Queremos que se vaya para poder celebrar elecciones y elegir a un hombre honesto", dijo a Efe el imán Sayed Fadel al Qasir, joven clérigo vinculado al líder radical shií Moqtada al Sadr.

INTERLOCUTOR DE CARDONA

Hace sólo dos días, el Ministerio de Defensa difundió una nota informando de que el gobernador Al Salamis se había reunido con el general Alfredo Cardona, jefe de la Brigada Plus Ultra, y le había ofrecido su "total colaboración para garantizar la seguridad del contingente español". Según Defensa, el gobernador y un líder religioso (Alí Sayed Mamud) "expresaron la alegría con la que su pueblo recibe a los españoles".

Al Salamis es colaborador del líder laico shií Ahmed Chalabi, que regresó a Irak con las tropas norteamericanas después de permanecer casi toda su vida en el exilio, y que forma parte del Consejo de Gobierno provisional apadrinado por EEUU. La oposición religiosa shií y las organizaciones políticas locales acusan al gobernador de apropiarse de edificios y de ser incapaz de hacer que vuelva a la normalidad Diwaniya, ciudad en la que apenas funciona la luz eléctrica y donde escasean el agua potable y el combustible.

DESPLIEGUE ESPAÑOL

Entretanto, otros 70 soldados españoles partieron ayer desde Madrid hacia Irak para completar el contingente de 900 militares que a partir del 26 de agosto relevarán al batallón estadounidense en misiones de seguridad en la región sur del país. El Ministerio de Defensa prohibió a los medios de comunicación el contacto con los soldados y con sus familiares, e impidió que se hicieran fotografías con ellos.

Este secretismo fue criticado por el dirigente de IU, Felipe Alcaraz, quien anunció que este asunto será tratado en la comisión permanente del Congreso de los Diputados, que se reunirá a mediados de agosto. Alcaraz pidió una comisión de investigación parlamentaria sobre la participación española en la guerra de Irak, tras las declaraciones del embajador español en la ONU, Inocencio Arias, sobre las armas de destrucción masiva del régimen de Sadam.

AMENAZA ISLAMISTA

Por otra parte, la televisión Al Arabiya emitió ayer una cinta de vídeo de los hasta ahora desconocidos grupos islamistas Banderas Blancas, Jóvenes Musulmanes y Ejército de Mahoma, llamando a atacar a las fuerzas ocupantes y advirtiendo "a todos los países del mundo de que no envíen tropas a Irak", informa Reuters.