La historia que ha protagonizado estos últimos días el gobernador estadounidense Mark Sanford es digna de un guión de Hollywood. El político republicano causó un miniescándalo en el país tras desaparecer casi una semana de Carolina del Sur. Los paraderos y las teorías fueron varias, pero al final las malas lenguas tuvieron razón: Sanford mantenía una relación extramatrimonial y nada menos que en Argentina. Un lío de faldas que le ha costado el cargo de presidente de la Asociación de Gobernadores Republicanos y todas sus aspiraciones políticas.

La alarma saltó el jueves de la semana pasada cuando el gobernador desapareció sin dejar rastro. Ni siquiera su esposa conocía su paradero. El silencio se rompía el lunes con unas declaraciones emitidas desde su oficina. Joel Sawyer, el portavoz de Sanford, anunciaba ante los periodistas que el gobernador estaba practicando senderismo por los montes Apalaches. Unas disculpas parecían terminar con el misterio, pero solo fueron el inicio del embrollo. La mañana del miércoles Sanford aterrizaba en un aeropuerto de Carolina del Sur, donde fue sorprendido por el diario The State.

El gobernador, de 49 años, aseguró que en realidad había ido a Buenos Aires para tomarse un breve respiro, pero se vio forzado a convocar una rueda de prensa y con voz temblorosa, Sanford pidió perdón a su mujer y a sus cuatro hijos, que, según él, sabían de la existencia de esta relación.