El Gobierno iraquí decidió ayer prorrogar indefinidamente la prohibición de trabajar en Irak a la cadena Al Jazira, a la que acusa de incitación a la violencia. Las autoridades iraquís optaron, el 5 de agosto, por cerrar la delegación de Al Jazira en Bagdad durante un mes. La oficina del primer ministro, Iyad Alawi, señaló ayer que la cadena no ha respondido a las acusaciones "y ha continuado entrevistando a personas en Irak".