Nueva tormenta política en el Reino Unido. La pérdida de un lápiz de memoria USB que contenía información confidencial de 84.000 reclusos de las prisiones de Inglaterra y Gales, entre otros datos privados, ha puesto de nuevo contra las cuerdas al Gobierno británico. Ayer, el Ejecutivo del laborista Gordon Brown fue acusado de persistir en una actitud negligente en la custodia de información confidencial. El extravío se produjo en las oficinas de la firma PA Consulting, empresa privada que trabaja para el Ministerio del Interior.

A pesar de que su titular, Jacqui Smith, se apresuró a responsabilizar a la empresa, ello no aplacó las numerosas críticas de la oposición.