El Ministerio británico de Asuntos Exteriores confirmó hoy que ha solicitado oficialmente a Rusia la extradición de un ex agente del KGB acusado por la justicia británica del asesinato de Alexander Litvinenko.

"Puedo confirmar que nuestro embajador (en Moscú) ha entregado oficialmente los papeles en los que se pide la extradición de Andréi Lugovoi", dijo una portavoz del Foreign Office.

Litvinenko, de 43 años, ex agente también del KGB convertido en crítico del presidente ruso, Vladimir Putin, falleció en un hospital londinense el 23 de noviembre del año pasado tras ingerir una dosis letal de polonio 210, isótopo radioactivo altamente tóxico.

La agencia rusa Interfax informó hoy también de que un representante de la fiscalía general de ese país había recibido la petición de extradición británica.

El propio Lugovói insistió, sin embargo, la semana pasada en su inocencia y dijo que él mismo había sido víctima de las radiaciones emitidas por esa peligrosa substancia mientras se encontraba de visita en Londres, donde se reunió con Litvinenko.

Los investigadores británicos detectaron rastros de polonio-210 en distintos establecimientos por los que pasó Lugovói durante su estancia en Londres.

La fiscalía británica pidió al Gobierno de Tony Blair que solicitara a Moscú la entrega de Lugovói para someterlo a juicio por "envenenamiento deliberado".

Sin embargo, el Gobierno ruso se niega a ello y mantiene que la constitución de ese país prohíbe la extradición de sus ciudadanos aunque no descarta que puedan ser juzgados en casa "con las pruebas aportadas por un país extranjero".

Litvinenko obtuvo asilo político en el Reino Unido en 2000 y tenía la ciudadanía británica.

La decisión de la fiscalía británica de intentar el procesamiento de Lugovói ha colocado bajo mínimos las relaciones entre Londres y Moscú.

A su vez Rusia ha solicitado la extradición del jerarca ruso refugiado en Gran Bretaña Boris Berezovsky, al que Moscú acusa de fraude, corrupción y de llamamientos públicos al derrocamiento del presidente Putin.