Entre hablar de paz y trabajar para ella hay un abismo en Oriente Próximo. En otra demostración de ello, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dio ayer su visto bueno para desplazar un sector del muro de Cisjordania varios kilómetros al este de la Línea Verde, la frontera oficiosa pero reconocida internacionalmente entre Israel y los territorios palestinos, según informó el diario Haaretz .

La medida, destinada a conectar con el Estado judío a los 1.500 habitantes de los asentamientos de Nili y Na´aleh, aislaría de Cisjordania a cinco pueblos palestinos con 20.000 habitantes, que quedarían recluidos en dos enclaves. La portavoz del jefe del Gobierno israelí, Miri Eisin, negó que la decisión sea firme. Pero, según Haaretz , el Estado ha enviado al Tribunal Supremo el borrador de la propuesta.