La Cámara de los Diputados italiana otorgó hoy, como estaba previsto, la confianza al nuevo Ejecutivo de Romano Prodi, por 342 votos a favor y 253 votos en contra, con lo que se pone fin a la crisis y garantiza la continuidad del Gobierno.

El resultado supone el último paso para salir de la crisis en la que cayó el Gobierno, después de presentar su dimisión el pasado 21 de febrero tras perder una votación en el Senado sobre política exterior.

Prodi compareció hoy ante el Congreso para realizar su discurso de réplica, volvió a insistir en la necesidad de cambiar la ley electoral y destacó los últimos positivos datos económicos registrados por el país.

Durante el debate, el líder de Forza Italia y ex primer ministro, Silvio Berlusconi, definió el Gobierno de Prodi como "frágil y confuso" y añadió que esta crisis "ha humillado al país".

"Habéis realizado una caza a cada voto para acabar con la crisis y transformado el Gobierno en una asamblea de una comunidad de vecinos donde rige la bronca y la desorganización", añadió Berlusconi.

Esta vez, Prodi apareció mucho más relajado después de que el Gobierno de centroizquierda superase el pasado miércoles el voto en el Senado, donde la mayoría es mucho más ajustada.

Pero los problemas para Prodi no terminarán con la confianza obtenida en el Parlamento, pues continúan las divergencias entre sus aliados ante la próxima votación para la refinanciación de Afganistán o la aprobación de la ley de parejas de hecho.

El diputado perteneciente a Refundación Comunista Salvatore Cannavó no participó en el voto por solidaridad con su compañero Franco Turigliatto, expulsado del partido después de abstenerse en la votación que hizo caer al Gobierno.

El miembro del Partido Radical, Daniele Capezzone, se abstuvo en protesta ante las últimas decisiones del Gobierno, como apartar de las prioridades la aprobación del proyecto de ley sobre las parejas de hecho.