Después de la inmigración, la delincuencia. Rachida Dati, la portavoz de Nicolas Sarkozy de origen magrebí premiada con el Ministerio de Justicia, presentó ayer ante el Consejo de Ministros la ley que rebaja la edad penal de 18 a 16 años para los jóvenes reincidentes y establece penas mínimas para delincuentes reincidentes, sean menores o mayores de edad.

El texto ya ha pasado el aval del Consejo de Estado con algunos cambios y empezará a discutirse en el Senado el 5 de julio.

La nueva ley determina penas mínimas de un tercio de la máxima posible, desde la primera reincidencia y para delitos castigados con al menos tres años de cárcel. Es decir, para un delito penado con tres años, la pena mínima obligatoria será de un año y de dos años si el delito está castigado con cinco.

La implantación de este tope mínimo, prometido por Sarkozy en su campaña presidencial sin ninguna excepción, ha sido suavizada ante las protestas de los jueces, a quienes convertía en "distribuidores de penas auto- máticas". Según el texto final, los jueces podrán dictar una pena menor que el tope legal, pero siempre que sea por "una decisión especialmente motivada" y teniendo en cuenta "las circunstancias de la infracción, la personalidad de su autor y las garantías de inserción".

En la segunda reincidencia, la autonomía del juez queda aún más recortada para los delitos con violencia, sexuales y los penados con al menos 10 años. En estos casos, el magistrado solo podrá apartarse de la norma si hay garantías de inserción o reinserción del delincuente.

La minoría de edad penal, establecida en los 18 años, se elimina y se rebaja hasta los 16 para los menores que reincidan por segunda vez en delitos como atentados contra la persona, agresiones sexuales o delitos con utilización de la violencia. Dati justificó el proyecto por la "deriva inquietante" de los delincuentes reincidentes en Francia.